Neo-romanticismo en decoración

En el marco del diseño de interiores, el estilo neo romántico, heredero de aquel influyente movimiento artístico surgido a finales del siglo XVIII, ha recobrado nueva fuerza últimamente. En consecuencia, si es amante de los ambientes románticos tendrá ahora una posibilidad para estar (al mismo tiempo) a la moda.

Esta vuelta a lo romántico puede visualizarse en mayor medida en revestimientos, textiles y complementos, ya que estos elementos estéticos son los que marcan más concretamente las características de este estilo decorativo. De esta forma, la pintura en blanco o beige, los colores claros y cálidos en papeles pintados, las maderas en las mismas tonalidades y los motivos florales y vegetales aplicados en diferentes accesorios son indudablemente los puntos fuertes a tener en cuenta.

¿Cuál es el principal objetivo de esta búsqueda estética?. Básicamente, lograr la calidez en el hogar, permitiendo contar con ambientes 100% acogedores. Teniendo en cuenta esto, se hace especial énfasis en las maderas claras, lo que agrega una importante dosis de intimidad y naturalidad, que además se conecta con las bases filosóficas del romanticismo primigenio.

Por otro lado, al asentarse fuertemente en la sensibilidad y la elegancia, los ambientes románticos o neo románticos incorporan accesorios de gran fineza, como por ejemplo los complementos o decoraciones de porcelana, habitualmente matizados con dibujos y motivos de corte vegetal.

Otro tanto sucede en la iluminación, donde son ampliamente empleadas las lámparas con pantallas de tela, que también incluyen motivos naturales, siempre en búsqueda de la mayor claridad y amabilidad. En consecuencia, se trata de un estilo que privilegia fuertemente la calidez y la armonía sencilla, sin estridencias y siempre tendiendo a la luz, la claridad y la naturalidad.